Levántame, Señor! Mc 1,29-39

Mano tendida

Como a la suegra de Simón, no me dejes caído.

Tú sabes que tambien tengo fiebres frecuentes

y vivo en un entorno que me las genera.

Sáname de todas ellas y enséñame a levantarme.

A veces tengo la fiebre del orden y la eficacia;

en cambio, otras, siento la fiebre de complacer a todos,

en otras ocasiones es la fiebre del tener y del comprar,

y en algunos momentos, me envuelve la fiebre del poder.

Tú sabes bien que me cuesta vivir como tú enseñas,

que la fiebre del prestigio envuelve mis tareas

y la de cuidar la imagen me aparta de tu estilo sencillo.

Dame, Señor, autenticidad vital y ayúdame a ser coherente.

Sáname, Señor, de todos mis pequeños fallos,

para que yo sepa, a tu manera, ir generando salud alrededor,

creando redes fraternas y actitudes solidarias,

que nos hagan vivir mejor a todos, haciendo realidad tu reino.

Cuando Tú me das la mano, y me sanas,

me conviertes en alguien sanador y liberador,

que desculpabiliza, desdramatiza y facilita la vida,

que rompe la rutina y entusiasma en la aventura de ser

y de construir un mundo donde reine la paz y la justicia.

 Fuente: Mari Patxi Ayerra

Publicado:Finita Martinez

PALABRAS QUE VAN AL FONDO

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 “Jesús, pasa cerca de Juan que está con dos de sus discípulos. Al verlo, Juan dice: “Este es el Cordero de Dios”, alguien manso, humilde, que porta el peso de la Humanidad.

A estas palabras, “los discípulos de Juan siguieron a Jesús”. Seguir a alguien es caminar detrás, aprender a vivir como él.

Jesús sabe que le siguen, “se vuelve y les pregunta ¿qué buscáis?”  Pregunta crucial en la vida: qué es lo que deseo realmente, qué es lo importante para mí.

Ellos responden con otra pregunta: “Maestro, ¿dónde vives?, es decir: queremos conocerte, descubrir el secreto de tu vida, encontrar respuesta al deseo de sentido y plenitud que llevamos dentro.

Jesús les dice: “Venid y lo veréis” No hay discursos, solo la invitación a compartir su vida.

“Ellos fueron, vieron donde vivía y se quedaron con él aquel día. Eran las 4 de la tarde.” Lo que vieron y vivieron los marco de tal manera, que no olvidaron la hora y Andrés, uno de los dos, al día siguiente, no pudo ocultárselo a su hermano y lo llevo a Jesús.

La fuerza de la palabra, arranca de la autenticidad de la experiencia que transmite. La persona que se siente a tono con ella, la acoge y sin saber cómo, un camino de luz y sentido, se abre ante ella.

Jn 1/35-42

Finita

LA TRATA DE PERSONAS: ASALTO A LA DIGNIDAD HUMANA

Hay una realidad social que grita actualmente de manera desgarradora. Me refiero al Tráfico de Seres Humanos. ¿Oímos ese grito, lo escuchamos? Es sabido que la esclavitud del pasado no ha desaparecido en su raíz. Como un virus que se muta, las nuevas formas de esclavitud, ponen de manifiesto, de manera velada, todo el horror de una práctica indigna del ser humano.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos, nos marca un camino de humanización, de respeto y de dignidad para todos. En el artículo 4 dice: “Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre, la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas”.

Los padres de la Declaración de los derechos humanos creían en ello. ¿Y nosotros? ¿Somos conscientes de que estas realidades se pasan muchas veces delante de nuestros ojos? Las palabras del Papa Francisco quieren despertarnos: “Frente a la realidad trágica, de las formas modernas de esclavitud, nadie puede lavarse las manos sin ser, de una cierta manera, cómplice de un crimen contra la humanidad ».

CONTRA IGNORANCIA Y OCULTACION, DIFUSION MAXIMA

La realidad escandalosa de la Trata, empieza a ser un sujeto recurrente en los medios de comunicación. El ultimo 4 de Enero (2021), leíamos en “Le Monde Afrique”, el artículo: « La verdadera historia de Oloturé », basada en la impactante película “Oloturé”, ofrecida últimamente por Netflix.

Este largo metraje de Kenneth Gyang, presenta la historia de una  periodista nigeriana, Tobore Ovuorie en la vida real, que se infiltra, durante varios meses, en una red de tráfico de mujeres entre Nigeria y Europa, para llevar a cabo una encuesta.  

En 2013, después de la muerte de una amiga que, engañada por una red mafiosa, se fue a Europa, Tobore, se hace pasar por una trabajadora sexual con el nombre de Oghogho. Su deseo: “He querido rendirle justicia y sacar a la luz, la historia que se esconde detrás de esas mujeres explotadas en Occidente”, relata la heroína que cuenta hoy 39 años, a AFP (Africa France Presse). Su objetivo: “ganar la confianza de las prostitutas” para que le presenten una “Madame”, una de esas traficantes proxenetas que envía mogollones de jóvenes nigerianas, a trabajar para ella en Occidente.

A los 8 meses de su inserción, Tobore, presenta una encuesta sorprendente que detalla los malos tratos que reciben esas chicas jóvenes, las orgias organizadas por políticos locales y el tráfico de órganos para los crímenes rituales.

Merece poner en evidencia la valentía con la que Tobore se introdujo en el mundo sin piedad de la Trata. No solamente nuestra heroína verá cosas atroces del lado de las víctimas, sino que descubrirá también, el sistema repugnante que la mafia pone en marcha, para “atrapar” a las personas y comprar a miembros de instituciones, cerrándoles la boca con dinero. El haber sacado a la luz el entramado de esta red y su publicación en el periódico “Premium Times”, le ha costado pagarlo con su vida. Tobore, no es actualmente, ni la sombra de ella misma.

UNA PLAGA QUE SE EXTIENDE COMO EL ACEITE:

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Me siento solidaria con Tobore y apoyo su testimonio. Mi experiencia en África me muestra que el tráfico de mujeres y niñas, no se encuentra solamente en Nigeria. Los largos años vividos allí, me han permitido ver los entramados de las organizaciones mafiosas y sus efectos nefastos a causa del engaño y la mentira empleados para alcanzar fines perversos.

En el trabajo para erradicar esta plaga, me encontré con un grupo de 12 niñas, entre 10 y 12 años que atravesaban la frontera Mali-Burkina Faso, de manera clandestina. Los que las conducían, al sentir la presencia de la policía, desaparecieron abandonándolas en la noche. La policía las rescató  y las condujo a la casa en la que se les acogía, en espera de arreglar sus papeles y devolverlas a sus familias respectivas en Mali.

Hablando con ellas, supe que les habían ofrecido pagarles estudios en Europa. Sus padres estaban muy contentos y ellas no comprendían porqué se las quería hacer volver a su tierra. Notemos que más del 70% del tráfico de menores, a nivel mundial, viene de África, según (African Child Policy Forum)

El mismo escenario lo encontré en Túnez, aquí con mujeres jóvenes, llegadas de Benín, Togo, Costa de Marfil, Burkina Faso y Mali. A cada una de ellas, “alguien” le había prometido trabajo bien pagado en Europa. Aceptaron, y llegadas a Túnez les quitaron el pasaporte y las condujeron, unas a trabajar como chicas de limpieza, sin seguridad ni salario y otras, a prostíbulos. Les quitaron los papeles y el pasaporte, y todo lo que ganaban debían entregarlo para pagar, según les dijeron, una deuda enorme.

COMPRENDER EL POR QUE:

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Al día de hoy, la realidad de la Trata esta generalizada y los que intervienen como mediadores son gente del país, que sea en África o en Europa. En África, estas situaciones están marcadas por la pobreza y la ignorancia.  Es importante comprender, que las ofertas que se les hace a las familias o a las personas, son regalos caídos del cielo para la gente, puertas que de pronto se abren y que solucionarían sus problemas. Problemas de primera necesidad, pues se trata de eso, no de lujos, sino de necesidades de primer orden: los hijos que no pueden ir al cole por falta de medios, el padre, agricultor que espera la lluvia y no viene, la casa que se está cayendo… Según Ia mentalidad de la gente, es imposible pensar que las proposiciones que les hacen, sean un engaño, un abuso, una explotación. Incluso la misma familia animará a la chica o chico a que se arriesgue por el bien de todos, sin darse cuenta en absoluto, del peligro que corren.

Necesitamos comprender la realidad del mundo en donde viven estas personas. Su mundo y el nuestro no son semejantes. Las mafias lo saben, esas organizaciones criminales se aprovechan de la situación de vulnerabilidad de estos pueblos para reducir a la esclavitud: hombres, mujeres y niños. Es algo horrible, diabólico y cruel. Para realizar sus fines, las mafias pasan por gente que la familia conoce, que pueden hablar su lengua y presentarles la cosa de la mejor manera. Las redes se extienden hasta los lugares más escondidos.

La Trata se nutre y saca su fuerza de la mentira y  el engaño. El arma que emplea es la ocultación, trabaja en la oscuridad y se extiende como una tela de araña que va cubriendo espacios.A pesar de alcanzar el numero de 40 millones de víctimas, este escandaloso crimen, está delante de nuestros ojos y no lo vemos” (Papa Francisco)

El Padre Zcerni, secretario del Dicasterio de Migrantes, se pregunta: “Cómo la trata de los seres humanos se perpetúa hasta nuestros días” ¿No será porque este trabajo horrible es muy rentable?”  Es sin duda la razón pues según la Academia Pontificia de Ciencias Sociales, sus beneficios informales representan más del 10% del producto interior bruto mundial.

Si vamos al fondo de la cuestión, constatamos que nuestras sociedades son cómplices del fenómeno y la legalización de la prostitución ha hecho de ese comercio, una empresa productiva. Si reflexionamos bien, esta realidad la alimentamos y mantenemos nosotros. Pensemos en Alemania. Desde su legalización en 2002, la prostitución se ha convertido en una empresa que compite con el resto de Europa. El mayor burdel de Europa se encontraba en Colonia, desgraciadamente ahora es España quien ha tomado el primer lugar de demanda de prostitución en Europa y el tercero en el mundo, con Taiwan y Puerto Rico a la cabeza. Pilar Llop delegada del gobierno para la violencia de género en febrero 2019,  lo reafirmaba en radio COPE en octubre pasado.

De manera fatalista decimos: “La prostitución es una realidad que existe desde el principio del mundo” ¿Podemos seguir afirmándolo tranquilamente? Delante de este fenómeno que en nuestra época se manifiesta con su rostro más cruel, el Papa afirma: “La vuelta en fuerza del tráfico humano, muestra la regresión de una sociedad que ha vuelto a la época cavernícola»

Delante de esta afirmación tan fuerte, podemos preguntarnos: ¿Qué le pasa a nuestra sociedad para perder de esa manera el sentido de la dignidad humana? ¿Qué alegría se puede encontrar destrozando la vida de tantos seres indefensos?

¿Qué decir de nuestros gobiernos? Ellos tienen la responsabilidad de proteger a las personas de los horrores de la esclavitud. Para ello, según el Papa Francisco, se deben: “movilizar fondos para traducir en justicia a los traficantes, orientar los fondos ilegales recogidos a la rehabilitación de las víctimas, acordarles ayuda legal, protección y asistencia médica y traducir en justicia a los clientes de las redes de prostitución. ¿En qué medida se cumplen estas orientaciones?

Finalmente ¿qué podemos hacer juntos para reducir y eliminar la trata de personas? Ojalá el sentido creciente de la dignidad de cada ser humano, nos lleve, allí donde vivimos, a actuar de manera consecuente.

Josefina Martínez Cánovas